El Arco de Tajao es muy accesible pero a simple vista no es visible. Por eso es de esos escondites naturales que bien vale una visita.

Se trata de una construcción caprichosa de entre 30 y 50 metros de largo y a unos 10 metros de altura del suelo. Es una especie de tubo hueco que se eleva en el Barranco de Vijagua. Data de hace unos 200 mil años.

El también conocido Arco de La Linde forma parte de una zona natural. La erosión del terreno ha formado este arco. No está protegido por lo que considero que no durará otros 200 mil años más.

Si quieren conocer este lugar solo tienen que dirigirse a Tajao, en Arico. Las indicaciones para no perderse: Autopista del Sur, tomar la salida 46. Comenzar a bajar por la TF-632 y a mano izquierda, hay una especie de apartadero con unas mesas tipo.

Ahí es un buen lugar para dejar el coche. Hay dos opciones, acceder por la parte de arriba del arco o por la parte inferior. Si quieren descubrirlo desde arriba basta con caminar unos minutos desde el punto donde está el coche. Y descender ligeramente.

Si por el contrario quieren llegar a la parte inferior del arco, solo tendrán que tomar la carretera que se dirige hacia La Jaca, la TF-631. A pocos metros, a mano derecha, se encontrarán un camino bien marcado por pequeñas piedras que conduce hasta el punto exacto donde se halla el arco.

Realmente el arco es solo un complemento del seco y árido paisaje del sur de la isla, pero no cabe duda que es un punto curioso.

Una formación que ha resistido a lo largo de los años. Cientos de fotógrafos no dudan en inmortalizar el momento. Yo también se los recomiendo.

Lidia Rguez. Fuentes
@lidiargf