Milagros Luis Brito, secretaria de la Fundación del Club Deportivo Tenerife

Milagros Luis Brito fue una de las políticas más destacadas de Coalición Canaria hasta que en 2017 decidió apartarse de la primera línea. Dice que estaba cansada del ambiente y que quería ver la realidad desde otra perspectiva. «Después de ocupar tantos cargos de responsabilidad estaba agotada. Consideré que había llegado el momento de coger aire», asienta convencida. En la actualidad, es la secretaria de la Fundación del Club Deportivo Tenerife y la coordinadora del programa de su centenario.

Tras su marcha de la vicepresidencia de la Zona Especial Canaria se la relacionó con el Club Deportivo Tenerife. ¿Se lo estuvo pensando hasta este pasado mes de junio que dio el sí?

«No sé por qué se me relacionó entonces con el Tenerife. El rumor no tenía ningún fundamento. Un mes después me incorporé a la Unión Deportiva Las Palmas como directora de Innovación Tecnológica y de eSports. Luego formé parte de una empresa de comunicación y desarrollo audiovisual hasta que Miguel Concepción me ofreció en junio de este año coordinar el programa del centenario del Club».

¿Qué le sedujo?

«La propuesta suponía reencontrarme con la historia de Canarias, área de conocimiento que, como licenciada en Geografía e Historia, me encanta. Teníamos que empezar a trabajar ya pues los actos conmemorativos se celebrarán a lo largo de 2022».

Y acaba de ser nombrada secretaria de la Fundación del Tenerife…

«Así es. La Fundación es la expresión de la responsabilidad social del Club. Trabajaremos en áreas de sostenibilidad, igualdad, inclusión, historia… Me hace mucha ilusión».

¿Es futbolera?

«Mucho. De joven, en el Puerto de la Cruz, jugaba de lateral izquierdo en un equipo femenino. Defendía muy bien. Ja, ja, ja… Mi padre me transmitió la afición. Además, de él heredé el gusto a escuchar los partidos por la radio. Con el fútbol disfruto y sufro».

En su ciudad fue concejal con Marcos Brito. ¿Le gustaría presentarse en un futuro próximo a la alcaldía?

«No. No entra en mis planes. En su momento sí me hubiera gustado, ahora no lo contemplo. De todas formas si hay un cargo público especialmente tentador para ejercer la política es un ayuntamiento. Estás a pie de obra, cerca de la gente. Es muy gratificante».

¿Sigue afiliada a Coalición Canaria?

«Sí. Soy militante de base».

Insisto. ¿Y si el partido le pidiese liderar la candidatura?

«Se puede trabajar por la sociedad sin necesidad de estar en política».

¿A Coalición Canaria le vino bien el último meneo electoral?

«Las organizaciones vivas pasan por distintas fases: unas dulces y otras no tanto. Y de todas se aprende».

¿Qué opina de quienes se dedican profesionalmente a la política?

«Perpetuarse en política depende de la personalidad de la persona y de sus expectativas. Yo nunca quise estar más de siete años en un mismo cargo. Lo que no se haya hecho en seis años, difícilmente se logrará».

¿Tiene fe en el Pacto de las Flores?

«Como ciudadana quiero tener equipos de personas en puestos de responsabilidad que tomen decisiones y nos den seguridad. Vienen unos meses por delante muy duros y se requiere responsabilidad, seriedad, sensatez…».

Es diplomada en Alta Dirección de Empresas por el Instituto Internacional San Telmo y la Fundación Bravo Murillo. ¿La crisis económica es tan fiera como la pintan?

«La situación es muy complicada. Las matemáticas no engañan cuando aumenta el gasto y disminuyen los ingresos. El contexto general es difícil y en Canarias, en particular, estamos doblemente tocados. Espero y deseo que nos recuperemos pero no va a ser fácil. Ahora, más que nunca, hay que hacer valer nuestra condición de territorio ultraperiférico. Las Islas tienen un plus de dificultad y no sé si quienes tienen la responsabilidad de gobernar lo están viendo».

Su diagnóstico inquieta…

«Bueno… Hace falta visión, generosidad, compromiso… Y hay que echarle horas».

Fue titular de la Consejería de Educación, Universidades Cultura y Deportes (2007-2011) del Gobierno de Canarias. ¿Le gustaría estar ahora, en plena pandemia, en la piel de la actual consejera, Manuela Armas?

«Soy capaz de valorar lo que supone un inicio de curso como este. Y si pudiera estar, estaría. Sanidad y Educación deben tener el mayor respaldo posible porque su gestión es imprevisible. No hay recetas para respuestas inciertas».

Su labor al frente de la Viceconsejería de Política Territorial para declarar al Parque Nacional del Teide como Patrimonio de la Humanidad con la categoría de Bien Natural el 28 de junio de 2007 fue esencial. ¿Es este reconocimiento uno de sus mejores momentos en política?

«En lo personal pudo ser. Nos decían que no íbamos a conseguirlo. Competíamos contra el Monte Fuji en Japón y la delegación que llevaron a Nueva Zelanda, frente a la nuestra, imponía. Al final, la Unesco se decantó por nosotros. La alegría fue enorme. De igual forma, aunque no pude estar en Abu Dhabi, también viví la declaración del silbo gomero como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Las dos noticias fueron muy especiales. Eso sí, como mejor momento político me quedo con el Campus de Excelencia Internacional que creamos con las dos universidades públicas canarias. Abrió líneas de investigación muy potentes y todavía creo que no se le dio la importancia que tuvo».

¿Y el peor?

«No olvidaré el accidente mortal que sufrió en 2010 el conserje del IES La Guancha. Lo recuerdo con horror. Otro momento duro fue cuando un concesionario de comedores escolares comunicó que entraba en concurso y paralizaba el suministro a los colegios. El mundo se me cayó encima. También lo pasé muy mal con el accidente del avión del vuelo 5022 de Spanair».  

Fue profesora de Historia de Canarias en la Escuela Universitaria de Trabajo Social de la Universidad de La Laguna ¿Cómo vivió la experiencia docente?

«Cuando terminé la carrera tenía claro que no iba a dar clase. No quería atarme para siempre a un puesto de trabajo. Y tampoco me veía en Secundaria. No obstante, en la Universidad disfruté. Tuve que dejarlo por incompatibilidad».

¿Qué nos puede contar de su vida privada?

«Nada. Ja, ja, ja… No me oculto pero soy muy celosa de mi familia y de mis amores y desamores, que los he tenido».

El curioso impertinente

¿Qué fue lo último que le hizo reír?

«La última pregunta de la entrevista».

¿Le constan enemistades irreconciliables?

«Hay algunas que no tengo el más mínimo interés en recuperar».

¿Qué tuvo Javier Pérez que no tiene Miguel Concepción?

«Un periodo histórico distinto».

¿El fútbol es el actual opio del pueblo?

«¡Mmmm! El fútbol engancha, pero no anula la voluntad».

¿Cree que el fútbol femenino tiene futuro?

«Sí. Sin duda».

¿Qué necesita para ser feliz?

«Tomar decisiones coherentes con lo que pienso, tener satisfechas mis necesidades básicas y que me quieran».

¿Qué le saca de sus casillas?

«La hipocresía».

¿Su red social favorita?

«Linkedin».

¿Qué perfume usa?

«Uno de Donna Karan, aunque soy más de colonia».

¿Qué se dice erróneamente de usted?

«Que soy prepotente».

¿Flores o bombones?

«Plantas, flores y chocolate negro, a ser posible, amargo».

¿Mejor sola que mal acompañada?

«Siempre».

¿Por qué, en ocasiones, se acuesta de madrugada?

«Porque me he ido de juerga o la velada en casa se prolonga».

¿Qué hace cuando pierde los nervios?

«Contar hasta diez o me escapo a hacer deporte».

¿Su límite?

«Mi propio yo».

Pilar Parejo, Dulce Xerach, usted… ¿La próxima en retirarse de la política?

«Ja, ja, ja… No tengo ni idea. Las tres nos fuimos voluntariamente…».

¿La persona con más talento que ha conocido?

«¡Uff! Son muchas: Ángel Gabilondo, José Miguel Pérez, María del Carmen Fernández Tallón, directora de Innovación de Mediapró; Isaac Hernández, country manager de Google Cloud para España y Portugal, Catalina Ruiz, premio Canarias de Investigación…».

¿Cómo se mantiene en forma?

«Me gusta correr, ir al gimnasio, pilates, yoga… También, alguna vez, practico Muay Thai o boxeo tailandés».

¿Qué suele hacer los domingos por la tarde?

«Preparar la agenda de la semana».

¿Cómo es la erótica del poder?

«Perversa».


Texto: J. L. Zurita

Fotografía: David Gil