El restaurante El Ancla, debajo del Hotel Arenas del Mar en El Médano, ha reabierto después de varios meses sin actividad con una imagen totalmente renovada tanto en el interior como en el exterior. Además, también ha transformado su oferta culinaria. Cocina vista, nuevos espacios, colores, mobiliario y una propuesta de menús-degustación que irán modificando cada dos meses y cuyo protagonista será el pescado fresco y el producto de cercanía.

Para la reapertura el producto estrella fue el atún rojo (Thunnus-Thunnus). Probamos diferentes versiones, sentados en su terraza acogedora, moderna, amplia y fresca. Ha sabido combinar distintos espacios, con distancia y estilos dispares que, en conjunto, ofrecen un sitio moderno y atractivo tanto para ir a comer, cenar o simplemente para tomar algo. El espacio exterior, sin duda, es lo mejor. Estiloso y acogedor rodeado de plantas, lámparas de mimbres, luz cálida, maderas, pérgola, diseño, sillones bajos y mampostería, ideales para tomar un aperitivo y, como no, para comer con unas vistas únicas a la playa de La Jaquita.

«Un plus de buen ambiente, música y diseño que acompañan con una cocina fresca y marinera»

Es el mejor sitio en El Médano para tomar algo y ver atardecer. Como me comentó el personal de servicio, siempre amable, profesional y cercano, la intención es abrir los fines de semana, con música en vivo, pequeños conciertos y coctelería. Un plus de buen ambiente, música y diseño que acompañan con una cocina fresca y marinera. Un lugar estupendo para la llegada del buen tiempo. Un reclamo tanto para residentes como para turistas. ¡Ay! Sí. Turistas que van llegando poco a poco y que pronto nos llevarán a la deseada normalidad.

En esta reapertura y bien sentados en la flamante terraza, nuestra puesta de sol y cena comenzó con unos tomates aliñados que acompañamos con una variedad de panes, aceite de oliva de Tenerife y almogrote casero; tiradito de lubina, vinagreta y germinados; carpacho de atún con manzana verde, y atún rojo salvaje del Estrecho con huevo roto de corral. ¡Buenísimo! ¡El mejor plato!

El maridaje estuvo perfecto: vino blanco, cien por cien chardonnay Legardeta, Finca de Villatuerta, de Bodegas Chivite. DO Navarra.

La comida fantástica, el vino perfecto y un espacio de diez.