Subir al Volcán de Arafo es un experiencia estupenda. Puede convertirse en un paseo agradable para los amantes del trekking y la naturaleza de Tenerife ahora que ya nos vamos “desescalando” y dejando atrás el confinamiento. No olvides que si quieres conocer más rutas como esta solo tienes que visitar Mi Pasaporte. Para llegar hasta la zona solo hay que tener claras algunas indicaciones. La primera de ella será llegar hasta este municipio del sureste de Tenerife y comenzar a subir hasta la zona de El Pinalete.

Empezamos el trayecto

La referencia para no perderse es la calle Eduardo Curbelo Fariña. Se trata de una zona escarpada a la que puedes acceder sin problemas en coche o incluso guagua. Tendremos que salvar un desnivel importante en relativamente poco tiempo. Dejaremos los coches por la zona y comenzamos a ascender por una pista de cemento.

Llegará un momento en el que el camino se estreche y la subida empieza a ser mucho más empinada y dificultosa. Tanto es así que comenzaremos a resbalar un poco porque nos metemos de lleno en la zona de pinar y el suelo está lleno de pinocha. Será un camino por el que tendremos que subir en fila india.

Seguimos el camino

Dejaremos a mano derecha el Canal de Las Saletas. Nos acompañará, durante un buen tramo el rumor del agua y los respiraderos de las tuberías. Se trata de monteverde en el que hay también árboles frutales y castaños.

De forma histórica este es el camino que usan los romeros y romeras que peregrinan hasta Candelaria desde el norte de la isla los días previos a la Fiesta de la Morenita.

El camino también es conocido por ser ruta mariana

Cambios en el paisaje

Llegará un momento en el que el verde deja paso al gris del picón y la zahorra. Un paisaje totalmente volcánico que sorprende. Sabremos que hemos llegado a las faldas del volcán porque justo frente a un gran castaño, hay una construcción de piedra que nos ofrece un poco de sombra tras la caminata de subida.

Ahí seguiremos el ascenso por la lengua de lava hasta adentrarnos de nuevo en una zona verde de pinos. Ya nos metemos de lleno, a mano izquierda, en la pista de Pedro Gil que conectará con las medianías de la dorsal tinerfeña (si seguimos un poco más podríamos llegar hasta el Mirador de la Crucita).

Una oportunidad auténtica para respirar en Arafo

Tras la subida pronunciada nos dan un respiro. Se convierte, la caminata, en todo un paseo entre pinos hasta llegar el Tanque de Casme (o de Cosme) a donde llega el agua de la galería del mismo nombre. Se puede beber el agua y se pueden rellenar las cantimploras y las botellas para el regreso. Hasta ese punto, si hacemos un IDA y VUELTA, caminaremos aproximadamente unos 10 kilómetros en 5 o 6 horas (depende de la intensidad del camino).