Texto / Ángel Panero

Pedro Guerra (Güímar, 1966) es uno de los cantautores más reconocidos en el panorama musical hispano. Desde su primer disco en solitario, Golosinas, lleva consigo el sello canario. Sin embargo, tuvo que irse a Madrid para romper los límites que impone el Archipiélago y ganar una mayor popularidad. En la actualidad se encuentra de gira con su último trabajo discográfico, El Viaje, una nueva maleta sentida.

Su puesta de largo empezó en 1985 con el disco Nueva Canción Canaria. ¿Cómo recuerda esa etapa? «Fueron momentos muy emocionantes. Me acuerdo con cariño de los primeros encuentros en el Paraninfo de la Universidad de La Laguna. Fue una etapa muy fructífera».

Luego vino el grupo Taller Canario que tuvo gran relevancia en las Islas. ¿Echa de menos aquella formación? «No. Cada época tiene sus sonidos. No obstante, sigue habiendo formaciones que perduran, como Los Sabandeños. Ahora hay artistas que trabajan ritmos más actuales. Lo importante es que siga habiendo música».

A principio de la década de los noventa se marchó a Madrid. ¿Qué le llevó a tomar esa decisión? «Taller finalizó tras ocho años y sentí que se había cerrado un ciclo. Empecé a hacer cosas solo y me encontré muy cómodo. Me fui, principalmente, para buscar historias diferentes».

Irse de Canarias supuso un punto de inflexión en su carrera. ¿Cómo imagina su vida de no haber tomado esa decisión? «No lo sé. Supongo que habría seguido trabajando. Al final las cosas no dependen de nosotros mismos sino, también, de nuestras circunstancias».

La condición de insularidad pone muchos límites… «Límites siempre hay, pero creo que antes había más. Cuando me fui a Madrid era muy difícil pensar en tener estabilidad dentro de la música si no daba ese paso».

¿Qué opina de las redes sociales? «Gracias a ellas se rompen los límites y nos permiten estar en conexión. Ahora las redes crean un contexto muy diferente que otorga mucha versatilidad».

«Contamíname me situó en un punto de partida impresionante. Se abrieron muchos caminos»

¿Qué supuso en su carrera Contamíname (1994), uno de sus grandes éxitos? «Tenía relación con Ana Belén y Víctor Manuel. Tocaba en Madrid y había compuesto esa canción que, hasta ese momento, interpretaba yo. Un día Víctor Manuel me llamó buscando una pieza para cantar en directo y les propuse Contamíname. Les gustó mucho. Desde ahí mi música tuvo un gran reconocimiento».

Incluso ganó un premio Ondaspor la canción… «Efectivamente. Me situó en un punto de partida impresionante. Se abrieron muchos caminos».

¿Añora la música que se hacía en los noventa? «Más que la música, echo de menos las dinámicas con la industria. El mundo digital no existía y las cosas se hacían de otra manera. Incluso el consumo era diferente. El concepto de álbum, hoy en día, ha cambiado enormemente. Diría que, de aquella época, añoro la forma de vivir y sentir la música».

Con las plataformas de consumo de música digital se ha potenciado la inmediatez y la escucha aleatoria de canciones… «El disco es un concepto en sí mismo. El orden de las canciones no es aleatorio. En este sentido, me gustaría que la gente escuchase mis discos enSpotify desde el primer tema hasta el último. Por otra parte, estaría bien que la música se consumiese en formato físico».

A lo largo de su carrera ha trabajado con muchas personas. ¿Hay alguna colaboración que recuerde con más cariño? «Es difícil elegir. Recuerdo una colaboración que hicimos con Cesaria Évora que se llama Tiempo y Silencio. Tuvo mucha trascendencia en el panorama musical. Fuimos a París a grabar el tema y luego lo presentamos en la Expo de Lisboa. Fue una experiencia preciosa. Pero de cada colaboración saco algo positivo».

En 1998 publicó su disco Raíz que cuenta con un sonido que recuerda mucho a la música de Canarias. ¿Le gusta que su producto lleve ese sello? «Sí, me gusta. Aunque esa sonoridad se nota más en unos discos que en otros. Es cierto que en Raíz recuperamos la música de tambores y ritmos de Canarias. Desde entonces cobra más importancia en mi universo musical».

Además, en esa etapa compuso la banda sonora de la película Mararía «En las composiciones para ese proyecto los elementos musicales que recuerdan a la música de las Islas tienen mucha importancia. Hice lo que la trama precisaba».

¿Qué le atrae más del proceso de producción de un disco? «Me interesa todo. La parte de la composición, buscar la música, hacer la maqueta… Cantar lo que he creado en directo, también. He aprendido a disfrutar de cada etapa».

«Las canciones, aunque hablen de cosas ajenas a tu vida, se acaban convirtiendo en parte de ti»

¿Qué referentes le inspiran? «Muchos. En Cuba, por ejemplo, Pablo Milanés. También la música argentina y artistas como Mercedes Sosa. Y, cómo no, el sonido de Brasil. Esos elementos mezclados con el ritmo canario sostienen mi música».

Su último disco, El Viaje, ha tardado tres años en llegar. Le echábamos de menos…

«Sí, Lo hemos hecho de forma pausada. Hemos ido paso a paso, sin prisa. Pese a eso, la pandemia ha ralentizado un poco todo el proceso».

¿Qué significa El Viaje? «Ha sido un proceso de varios años en el que he aprendido muchísimo. He podido conectar de nuevo con cosas del trabajo que hacía hace tiempo. Al final es un viaje en la búsqueda de todo lo que ha sido importante».

¿En cada canción deja un trozo de usted? «Sí, hay un poco de todo. Alzheimer es una canción muy personal. El Viaje es una composición que había grabado hace años. Espejo, por ejemplo, está compuesta en la pandemia. En realidad, las canciones, aunque hablen de cosas ajenas a tu vida, se acaban convirtiendo en parte de ti».

¿Cómo le está afectando la pandemia? «Como a todos. Está siendo un golpe duro. Tengo la suerte de tener en mi casa las herramientas necesarias para grabar y componer canciones. Hemos tenido que dejar de hacer directos. Ahora, casi veinte meses después del confinamiento, parece que volvemos a acariciar la posibilidad de hacer conciertos como antes».

¿Después de tantos años se sigue poniendo nervioso antes de un concierto? «Sí. Hemos celebrado conciertos en Madrid y en Tenerife y, por suerte, me he puesto nervioso. Creo que ese nervio te ayuda a conectar con lo que estás haciendo. No deja de ser una forma de sentir ilusión».

EL CURIOSO IMPERTINENTE

¿Su asignatura pendiente? «No haber estudiado alguna carrera».

¿Qué le sugiere el reguetón? «Un género musical».

¿Un consejo? «Ten paciencia».

¿Una golosina? «Cualquier golosina».

¿Qué le enfada especialmente? «La injusticia de cualquier tipo».

¿Qué suele motivarle dolor de cabeza? «Trasnochar».

Vivimos en la era… «Del narcisismo».

Usted no sería el mismo sin… «La gente a la que quiero».

¿Por qué el artisteo es de izquierdas? «Porque la derecha carece de la sensibilidad necesaria».

Tiene fama de… «Cantautor».

¿A qué le tiene miedo? «A muchas cosas, por desgracia».

¿Su secreto? «Si lo cuento ya no será un secreto».

Daría la vida por… «Espero no encontrarme nunca en esa situación».

¿A quién le gustaría parecerse? «A Eduardo Galeano».

Un suceso que le haya cambiado la vida. «La Pandemia. A mí y a toda la gente».

¿Algo indispensable en su vida? «Reírme».

¿Cómo elimina el estrés? «Respiro. Tomo aire por la nariz y lo suelto por la boca».

¿Qué le hace más feliz? «Disfrutar de los míos».

No sirve para… «Las matemáticas».

¿Cómo titularía la canción de su vida? «Creo que es pronto para titular esa canción».