Cepa 21 presenta una obra innovadora, el vino hecho arte, la herencia de un legado familiar que representa el vanguardismo de la Ribera del Duero. Así es como se define la peculiar identidad que entraña una de las bodegas con mayor proyección de la afamada denominación de origen. De esta forma, respeto por el entorno, tierra, clima y variedad se fusionan para crear el Malabrigo 2019 (variedad tempranillo), un crianza en roble francés con autenticidad, de aromas complejos pero directos y que aporta sensaciones dignas de experimentar. El equilibrio de sus texturas en boca es como la interacción de un director con su orquesta: envolvente, placentero, rotundo y totalmente afinado. Si lo sabes escuchar, el vino te habla.

Christian Lorenzo / El Gusto por el Vino