Fotografía / SuAr

Ricardo Lorenzo es modelo y acróbata de ejercicios de suelo (forma parte del elenco de artistas que participa en el espectáculo del Hotel Fantasía Bahía Príncipe), mientras que Yen Garcidor, que se sometió a un aumento de pecho en Macaronesian Clinic para «sentirme mejor con mi cuerpo y mis medidas», es maestra de Educación Primaria, modelo y practicante de crossfit y pole. Entrenan un mínimo de cinco días a la semana y llevan una vida saludable. Les encanta cuidarse y coinciden al afirmar que la belleza exterior, como reafirmante de la autoestima, debe estar en sintonía con el alma.

Pero no todo vale. Roger Scruton, filósofo británico y experto en Estética, critica el libertinaje asociado al concepto de belleza. Antes bien, apela a unos criterios de objetividad. Rafael de la Caridad y Armando Dávila, cirujanos estéticos en Macaronesian Clinic, comparten este criterio pues «existen unos cánones de belleza que nunca pasan de moda». Sin embargo, apuntan que la sociedad cambia y con ella algunos valores. Por ejemplo, dice De La Caridad, «hoy en día prima la estética de la Kardashian a la de Marilyn Monroe». No obstante, añade que el dominante XXL de Instagram y de los Reality está perdiendo fuelle y que la tendencia es volver a tener pechos de talla normal y cuerpos «sin excesos». A pesar del incontestable ideal de belleza, agrega que también está el gusto de cada persona y que, aunque no se comparta, hay que respetarlo.

Ricardo Lorenzo y Yen Garcidor.

«El dominante XXL de Instagram y de los Reality está perdiendo fuelle. La tendencia apunta a cuerpos sin excesos»

Dávila coincide con su colega y subraya que los retoques digitales están confundiendo: «La perfección facial y corporal no existe. Ninguna persona es igual a otra. Además, somos seres asimétricos. Una mujer, por ejemplo, no tiene sus dos pechos iguales. Eso sí, cuando la asimetría es muy patente entra la cirugía estética».

Los doctores sostienen que, en la actualidad, se busca más la definición de la anatomía muscular, para lo cual «es imprescindible realizar una liposucción asistida con equipos de retracción cutánea, como es el BodyTite. En general, afirman, las mujeres se preocupan más por el rejuvenecimiento facial y el abdomen y glúteos, mientras que los hombres acuden más a intervenciones de rejuvenecimiento facial y alta definición.

Al tiempo, De la Caridad y Dávila llaman la atención sobre el paso del tiempo y que contra él no hay una cirugía permanente, ya que «la vejez no se detiene». Sobre esta cuestión, Armando Dávila indica que lo que también se demanda en la Clínica es «invertir en tener un mejor aspecto ante el envejecimiento natural». En este sentido, exponen que todas las mamas se acaban cayendo y que, por eso, están en contra de la moda de no usar sujetador (braless). «El uso diario del sujetador retrasa la caída del pecho», asevera con rotundidad Rafael de la Caridad.

«No existe la perfección. Somos seres asimétricos. Una mujer, por ejemplo, no tiene sus dos pechos iguales»

Ahondando en las acciones complementarias a la cirugía, aclaran que «nada de lo que podamos mejorar en quirófano tiene sentido si no hay un control del peso, una asunción de hábitos saludables». Aparte, Dávila explica que aunque un lifting resuelva un descolgamiento, «nunca actuará sobre la calidad de la piel, sobre la que sí actúan los tratamientos complementarios de la Medicina Estética y Nutricional». Al respecto, De la Caridad puntualiza que el conjunto de medidas antioxidantes que se realizan con el Antiaging no afectan por igual a todas las personas debido a factores genéticos que no se pueden medir.

Los cirujanos Rafael de la Caridad y Armando Dávila, junto a su equipo de enfermería: Karen Zárate y Yanitza Peñuela.

Rafael de la Caridad y Armando Dávila tienen claro que la cirugía no hace milagros y que quienes estén interesados en mejorar su aspecto deben acudir a clínicas especializadas y no a personas o centros que venden humo. «Es importante informarse de la titulación de quienes practican la cirugía o los tratamientos de Medicina Estética. Esto no es un juego y una mala ejecución puede conllevar daños irreparables e, incluso, el fallecimiento de la persona. Urge regular en España la cirugía estética», declara firme De la Caridad, integrante, junto a Dávila, de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética, de la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica y de la Sociedad Canaria de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora.  

El encanto de la naturalidad

La doctora Iriana Espárrago, médico de familia y máster en Medicina Estética y Nutrición, ejerce en Macaronesian Clinic. Entre sus competencias destacan el manejo de la radiofrecuencia profunda Morpheus8, el uso de toxina botulínica y los rellenos de ácido hialurónico e inductores de colágeno como hidroxiapatita cálcica y ácido poliláctico, además de competencia en la herramienta plasmaláser Plexr y formación específica para el uso de tecnología Aptos(R) en hilos tensores para lifting no quirúgicos. En su modo de trabajar, subraya, prima la naturalidad y la simpleza como búsqueda de la belleza, «siempre llegando a un entendimiento de lo se espera para llegar a un objetivo común».

Iriana Espárrago, Adriana Desantiago y Fayna Pérez.

Adriana Desantiago, por su parte, diplomada universitaria en Enfermería, experta en Cirugía Plástica y especialista en estética Integral, evalúa y prepara a pacientes en el pre y poscirugía, así como también tratamientos novedosos en estética facial y corporal con la utilización de tecnología avanzada como la plataforma Harmony XL pro de alma láser, ideal para rejuvenecimiento facial, tratamientos de manchas y eliminación de tatuajes. También utiliza la tecnología Indiba para tratamientos reafirmantes, cicatrices, celulitis y adiposidades localizadas. Además, también aborda el cuidado facial, desde limpieza profunda, la hidratación, velo de colágeno, peelings y el novedoso SkinPen para regenerar la piel de manera natural. Además, para el cuidado de la zona periocular, tenemos nuestro tratamiento Imperial Eyes que consiste en la sinergia de tres tratamientos. Dice que lo más importante en su trabajo es el trato cercano y empático.

«Urge regular en España la cirugía plástica y que se apruebe definitivamente la Ley Sara»

Fayna Pérez, diplomada en Dermopigmentación Estética, Paramédica y Oncológica, y con varios másteres profesionalizantes, completa el equipo estético de Macaronesian Clinic. Entre sus funciones se encuentra la micropigmentación oncológica, esto es, redibujar cejas y reconstruir el complejo areola/pezón. En cuanto a la micropigmentación paramédica, cubre todo tipo de cicatrices, camufla vitíligo, reconstruye cejas y embellece labios. Coordinadora de la Asociación Española de Micropigmentación en Canarias, subraya que «provocar una sonrisa o ver llorar de felicidad a mujeres con problemas de cáncer es lo más gratificante que hago en mi vida y eso hace que me sienta orgullosa y ame cada vez más mi profesión. Intento ayudarlas a sobrellevar la enfermedad recuperando la autoestima y la belleza natural».

De hombre a mujer y viceversa

Aunque las personas trans pueden modificar su sexo legal en el Registro Civil sin someterse a una operación quirúrgica, esta última posibilidad es cada vez más frecuente. En el caso de Macaronesian Clinic, el cirujano plástico Víctor Fuertes está al frente de la Unidad Transgénero tras trabajar durante un año en la Unidad Trans del Hospital Universitario de Bellvitge en Barcelona, referencia nacional en materia transgénero, y en el IM Clinic Barcelona, realizando durante este tiempo las técnicas del doctor Iván Mañero.

La cirugía de reasignación de género es un procedimiento reconstructivo que implica actuar tanto en la cara, como en los pechos y zona genital.

El cirujano plástico Víctor Fuertes está al frente de la Unidad Transgénero en Macaronesian Clinic.

En el cambio de sexo de hombre a mujer (Vaginoplastia) se abre el pene para separar los cuerpos cavernosos y el pedínculo vásculonervioso. Con la piel sobrante se forman las paredes vaginales y el glande se utiliza para crear el clítoris. Con el escroto se da forma a los labios vaginales y se crea una vagina en un espacio entre la vejiga y el recto. A su vez, la uretra es recortada y se sitúa delante de la nueva vagina.

Este proceso implica realizar, entre otras intervenciones, una Mamoplastia de aumento con implantes mamarios, una Tiroplastia para reducir el tamaño de la nuez o una Glotoplastia de Wendler para feminizar la voz.

Si se trata de un cambio de sexo de mujer a hombre, se utiliza la Faloplastia, en la que se reconstruye un pene utilizando tejidos de la propia piel, abdomen, muslos o brazos. Con el nuevo pene se puede orinar de pie y es sensible. Para mantener relaciones sexuales requiere la implantación de una prótesis.

El clítoris permanece culto dentro del pene, mientras que los labios mayores forman el nuevo escroto. Esta operación implica colocar implantes testiculares de silicona.