A todos nos ha pasado: abrir una botella de vino, y no llegar a consumirla entera. O en su defecto, servirnos una copa más que cargada, y que la mitad amanezca sola e intacta en la mesa de la cocina. ¿Tirarla? Ni de c*ña. ¿Congelar el vino en cubitos para usarlos más adelante? De nada.
Es cierto que existen diversas técnicas para conservar caldos ya abiertos. Sin embargo, una vez que la botella se descorcha, empieza la cuenta atrás y la pérdida de propiedades. Según el tío Google, una botella de vino tinto puede durar hasta una semana abierta, aunque todo depende de la cantidad de taninos que tenga: a mayor cantidad, mayor tiempo de vida. Llegado este punto, ¿qué podemos hacer con el vino que haya sobrado? Congelar el vino en cubitos y utilizarlos para cocinar e incluso, para uno de estos 25 cócteles con cubitos de vino.
Es importante recalcar que al congelar el vino no estaremos preservando sus propiedades, como sí sucede con la gran mayoría de alimentos. Por lo contrario, antes de poner en práctica esta técnica, debemos ser conscientes de que el vino que vayamos a congelar debe tener un fin distinto al de ser bebido. El frío cambiará el color, aroma y el sabor del vino, así como la totalidad de su estructura química. Se alterará su densidad y el agua y los alcoholes se separarán.
Ahora bien, no poder beberlo no significa que no lo puedas aprovechar. ¡De desperdicio, ni un bigote! Saca la cuenta de cuántas recetas necesitan medio vasito de vino y ahora, multiplícalas por las todas las veces que no lo hayas tenido a mano. Congelar el vino en cubitos te permitirá siempre estar preparado/a y aún más importante, no te obligará a tener que abrir una botella entera solo para cocinar.
¿Qué cosas debes tomar en cuenta antes de congelar el vino en cubitos?
Cantidad
Para que no te líes con las medidas de las recetas, es recomendable calcular la cantidad de vino que tendrá cada cubito o porción.
Temperatura
Aunque cada vino se congela a una temperatura distinta, por eso de la graduación alcohólica, recuerda que los cubitos nunca se congelarán por completo. Tendrán una consistencia lo suficientemente sólida como para sacarlos de la bandeja y transferirlos a otro recipiente, más no tan dura como la de un cubo de hielo regular.
¿Qué vino puedo congelar?
Tinto, blanco, rosado, espumoso. Tú nombra el tipo de vino, que lo puedes congelar. Solo procura etiquetarlo de alguna manera para identificarlo fácilmente y no confundirte entre un cubito de cava y otro de blanco afrutado. Aunque tampoco pasa nada, que el vino todo lo cura.
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