Las brumas faciales son muy versátiles ya que las puedes utilizar antes del maquillaje para darle a tu piel hidratación, frescura y luminosidad. También se usan después del maquillaje como toque final para fijar el maquillaje y durante todo el día para refrescar la piel.


Muchas marcas, como Yves Rocher, ofrecen brumas antipolución y protectoras contra la luz azul.


Se pueden usar con pinceles para mayor duración. La aplicación es muy sencilla: se pulveriza a quince o veinte centímetros de la cara con los ojos cerrados y haciendo círculos.