Existe una red extensa de neuronas y neurotransmisores que conectan las paredes intestinales con la corteza cerebral en ambos sentidos, registrando las señales que proceden del aparato digestivo transformándolas con la participación de hormonas en estados emocionales de bienestar o malestar. De la misma manera, estados emocionales de predominancia ansioso depresiva o estrés pueden desencadenar brotes de enfermedades digestivas.

En este sentido, existen dietas desinflamatorias para mejorar la regulación sensitiva tanto digestiva como emocional, además de cuidar los buenos hábitos y la microbiota.

Los alimentos con alto contenido en triptófano, que es un aminoácido esencial y precursor de la serotonina, un neurotransmisor asociado al estado de ánimo y al control del estrés, parece que podrían ayudar a nuestro bienestar emocional.

Incluyen alimentos como el pavo, los plátanos y los lácteos bajos en grasa. También debemos considerar la inclusión de alimentos ricos en omega 3 como salmón o nueces, pues tienen efectos positivos en el estado de ánimo y función cognitiva.