Todo comenzó en Grecia, en 1877, la tierra natal de Sotirios Voulgaris. Hablamos de Bulgari. De ahí se trasladó a Italia y, al poco tiempo, al mundo entero, mezclando sabiamente el diseño y el arte de Grecia y Roma. En seguida se corrió la voz y la boutique de la Vía Condotti fue el meeting point de las estrellas de la época. Las joyas más exquisitas, alabadas por Andy Warhol, las lucían Elizabeth Taylor, Ingrid Bergman… Muchos coincidían al afirmar que cuando visitaban en Roma la tienda de Bulgari estaban en el museo de arte contemporáneo más importante del Mundo. Serpientes, espirales y abundantes y audaces combinaciones cromáticas de piedras preciosas marcan su exquisito gusto. Aparte, la calidad de cada gema y cada pieza son incuestionables.