Fotografía / SuAr – Maquillaje y peluquería / Carlos Estrada
Que una mujer gobierne por primera vez el Cabildo de Tenerife en sus 110 años de historia es noticia, aunque la presencia femenina en las esferas pública y privada ya es tónica habitual en la sociedad. No obstante, la dirigente de Coalición Canaria recalca que se tiene que normalizar todavía más esta realidad en todos los ámbitos, también en la política. Así, afirma que «mi mochila no pesa ni más ni menos que la de un hombre, pero siento una gran responsabilidad. Soy una persona que viene a trabajar por la Isla».
Rosa Dávila nació en Santa Cruz de Tenerife en 1970. Es diplomada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de La Laguna, realizando parte de sus estudios en la Alliance Manchester Business School. Después de unos años de actividad profesional en el ámbito privado, en 1996 inició su periplo político en Coalición Canaria como concejala de Medioambiente y Calidad de Vida del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Con posterioridad, después de ocupar diferentes responsabilidades en el Gobierno de Canarias, en 2015 fue nombrada consejera de Hacienda del Ejecutivo autonómico, convirtiéndose también en la primera mujer en ocupar este cargo. Tras las elecciones al Parlamento de Canarias en 2019, fue elegida vicepresidenta segunda de la Institución.
«No quiero que se me quite el entusiasmo del primer día»
Tablas no faltan, pero, sin duda, la presidencia del Cabildo supone un salto político al situarse en la primera línea de exposición. Es consciente de que está al frente de una entidad muy querida. «Afronto el reto de recuperar el orgullo de ser de Tenerife. La mayor isla de Canarias tiene que abrirse al Mundo y ser el centro de muchas cosas. Este posicionamiento se había perdido en los últimos años», afirma segura, para añadir que las líneas maestras se orientan a diseñar más oportunidades de futuro desde una nueva forma de entender las políticas sociales, la innovación, el patrimonio, la cultura, la sanidad, la educación…
El perfil técnico de Rosa Dávila y sus dotes de liderazgo se han puesto a disposición de la gente de Tenerife. Con este objetivo, acentúa que su Gobierno no escatimará horas de trabajo: «Nuestro compromiso pasa por recuperar el pulso de la competitividad en todos los ámbitos». Por ejemplo, destaca la aportación que emprenderá la nueva Consejería de Ciencia e Innovación, así como el esfuerzo que supone recuperar que la población tome conciencia de la trascendencia que el turismo tiene para la economía insular desde la calidad y la sostenibilidad.
«Tenerife tiene que abrirse al Mundo y ser el centro de muchas cosas. Este posicionamiento se había perdido en los últimos años»
Aunque todavía no se han cumplido cien días de mandato, en los despachos del Palacio insular no se posponen decisiones. El envejecimiento de la población ha apremiado a recuperar el programa Ansina con el compromiso de mejorar la calidad de vida de las personas mayores, mientras que el persistente problema de la movilidad no se dilata: «Sabemos que debemos potenciar el transporte público, retomar ya los proyectos de los trenes del Sur y del Norte y promover un uso más racional del vehículo privado».
No es casualidad que la sesión fotográfica se realice en el Auditorio de Tenerife Adán Martín. Veinte años de vanguardia son una oportunidad para que Dávila reivindique la modernidad del nuevo gobierno del Cabildo, al tiempo que, admite, «es un honor como presidenta celebrar esta efeméride en un edificio que lleva el nombre de uno de mis referentes».
La tinerfeña asegura que la coalición con el PP es sólida y que «somos un único equipo integrado por mujeres y hombres con excelentes cualidades humanas y profesionales». Por otra parte, asevera que la preparación del funcionariado del Cabildo es excelente y que hacia él, desde ya, solo tiene agradecimiento.
«Procuro llevar una vida normal en medio del ajetreo de mi agenda diaria»
El afán de servicio a la sociedad lleva consigo menos dedicación a la familia. A estas alturas su hija Vasilisa (15) y su hijo JP (16) lo entienden muy bien y no les resulta extraño. «Es parte de sus vidas», recalca. Eso sí, intenta comer en casa y llevar, dentro de lo que cabe, «una vida normal en medio del ajetreo de mi agenda diaria». Confiesa, además, que es importante sacar algo de tiempo para cuidar la forma física: «Corro, nado en el mar e intento ir caminando al Cabildo. A veces voy en Tranvía».
Curiosa, creativa, trabajadora… A Rosa Dávila podrían atribuírsele más virtudes. Está en donde está por méritos propios. Cuatro años por delante no le generan vértigo y solo hay una cosa por la que se afana con especial énfasis: «No quiero que se me quite el entusiasmo del primer día».
«Mejor y más preparada»
Poco más de un mes después de que Rosa Dávila tomase posesión de la presidencia del Cabildo, en Tenerife se declaraba uno de los peores incendios forestales de su historia. Fue una experiencia amarga que sirvió, sostiene, para «repensar nuestra relación con la naturaleza en este momento en que las temperaturas son más altas de lo normal debido al calentamiento global». Fueron días de pesadumbre y poco dormir que la presidenta recuerda, también, por la «excepcional labor» de los equipos de extinción, pues «fue más allá de lo exigible». No obstante, señala que «la Isla debe estar mejor y más preparada para afrontar estas catástrofes». Subraya, igualmente, que solo tiene palabras de reconocimiento hacia el pueblo de Tenerife: «Las muestras de solidaridad, ejemplo y cariño fueron increíbles».
Comentarios recientes