Sumiller en La Laguna Gran Hotel

«La amistad ni se busca ni se sueña ni se desea. Se ejerce»

Simone Weil, filósofa francesa

¡Agüita tu apellido!

«Ja, ja, ja… Exagerada».

¿Qué te hizo venir a Canarias desde tu país natal, Lituania?

«Todo empezó con una tía mía, pintora, que después de visitar Gran Canaria en los años noventa se casó con un canarión».

A ti te pasó algo parecido, ¿no?

«Exactamente. En 1993 visité a mi tía y se repitió la historia…».

¿Y lo de hacerte sumiller?

«Mi exmarido era chef de cocina y yo quería hacer algo referente a la gastronomía. Entonces, opté por estudiar algo dentro de esa rama».

Aparte de vinos, entiendes de puros, quesos… Es una gozada asistir a una cata dirigida por ti…

«Gracias, Úrsula. Disfruto mucho con lo que hago. Soy afortunada».

¿Y por qué viniste a Tenerife?

«Cuando me separé acepté una oferta de trabajo y aquí sigo, con mi hijo, encantada».

La pregunta de rigor: ¿en qué animal te gustaría reencarnarte?

«En un gato».

¡Menos mal que no me dijiste en una botella…!

«Nooo… Ja, ja, ja…».

Vale la pena ir a tomarse unos vinos a La Laguna Gran Hotel, no solo por la maravillosa experiencia que supone, sino por oír tu risa inconfundible…

«Ja, ja, ja…».

No te digo…