Todavía hay gente que cuestiona si sanidad pública o privada. ¡Cómo si hubiera que elegir! ¡Cómo si fuesen incompatibles! ¡Cómo si no supiéramos aún la importancia de la diversidad de opciones! Lo que tenemos que hacer es mejorar cada uno de los modelos existentes, aprender de nuestros errores, optimizar los recursos. La sanidad pública es tan incuestionable y necesaria como deficitaria, y por ello existe y se complementa con la sanidad privada. Cada persona tiene derecho de elegir dónde y con quién quiere ser atendido. Evolucionar no es destruir e ignorar lo preestablecido con la soberbia de creer que una idea nueva es mejor. Evolucionar es mantener y respetar lo que funciona, saber detectar cuáles son los problemas, buscar las soluciones adecuadas para cambiar lo que no va. Evolucionar no es defender una idea con fanatismo sino educar a la población a utilizar adecuadamente los recursos que le damos. Es colaborar, complementarse y trabajar para un objetivo común.