Cuando el año 2000 irrumpió en nuestra existencia no imaginábamos que 2022 llegaría tan veloz. Son las inexorables órbitas de la Tierra alrededor del Sol que fulminan en un pispás el tiempo que pisamos. La vida, cantó Celia Cruz, es un carnaval y, junio, a la vuelta de la esquina, nos recordará de nuevo que las penas se van cantando. ¡Allá vamos! Y con Fayna PRZ y demás androides soñaremos con ovejas eléctricas.