Las cosas sencillas de la vida

«Soy muy soñadora. Pongo entusiasmo y ganas en todo lo que hago. Ser artista es una necesidad. Expresa quien soy»

Mayka Ayong es una artista total. Siempre le gustó dibujar, destreza que ha retomado con más fuerza en la actualidad después de que en 2010 ganase el concurso de Jóvenes Diseñadores de Tenerife Moda, lo que la llevó a impulsar su carrera en este sector. Incluso, la cantante Soraya Arnelas lució sus creaciones en una de sus giras. Casi por casualidad, reside en Barcelona tras pasar una temporada en Londres. Y es que no puede estar quieta. Por eso, confiesa que pese a echar de menos Tenerife y su gente está muy contenta de vivir en la capital catalana. “Hay muchas oportunidades y mil cosas que hacer aquí», subraya.

En Barcelona estudia Confección y Patronaje, al tiempo que se afana en la producción de sus diseños que vende a través de su tienda online y en markets especializados. Se trata de no estar quieta y de reinventarse cada día sin dejar de lado la formación. «No paro de aprender», dice esta cultivadora de tantas artes bellas, incluso, la fotografía. Lo cierto es que en su quehacer todo está un poco relacionado. Ilustrar vestidos y camisetas es tónica habitual, mientras que la fotografía es más bien una afición que la ayuda en su labor como modista». Mayka Ayong diseña con el alma a través de la pasión por el color, buscando formas en la que poder expresarse y a partir de su «pequeño universo» crear piezas únicas.

La diseñadora se define algo alocada, muy apasionada y risueña. Disfruta las cosas sencillas de la vida, la cual, apunta, «está llena de sorpresas». Por eso se adapta a aconteceres diversos y crea su hogar allá donde está. Incluso, exclama entre risas, se ve dando clases de salsa con ancianos en algún hotel de Florida. Es la actitud, el espíritu inconformista y las ganas infinitas de no estar quieta: «Soy muy soñadora. Pongo entusiasmo y ganas en lo que hago. Deseo hacer mil cosas y, ahora, después de tanto tiempo encerrada, mucho más. En estos momentos, por ejemplo, trabajo en una nueva colección».

Aunque la pandemia desborda incertidumbres profesionales, el vértigo no llama a su puerta. Reconoce que está viviendo un buen momento profesional y que nunca ha tenido miedo de afrontar cualquier situación, como tener otros sustentos: «Ser artista es una necesidad. Expresa quien soy. Y, en ocasiones, no es lucrativo».

Y en tiempo de pandemia, las horas se extienden para la creación. Rutinas muy caseras, con precaución y respetando las normas. Es la pauta y Mayka Ayong aprovecha para trabajar en sus proyectos, dibujar más que nunca y personalizar ilustraciones. Los instantes, también, dan para pensar,  proyectar, pedir… ¿Trabajo, suerte, amor…? Tantas cosas. Si bien, no ha lugar al agobio o a la desesperanza, pues «pido de todo y que el destino me dé lo que pueda».

Y en tiempo de pandemia, las horas se extienden para la creación. Rutinas muy caseras, con precaución y respetando las normas. Es la pauta y Mayka Ayong aprovecha para trabajar en sus proyectos, dibujar más que nunca y personalizar ilustraciones. Los instantes, también, dan para pensar,  proyectar, pedir… ¿Trabajo, suerte, amor…? Tantas cosas. Si bien, no ha lugar al agobio o a la desesperanza, pues «pido de todo y que el destino me dé lo que pueda».

A través de un dibujo

Desde que era una niña las ilustraciones de Mayka Ayong eran un diario. En vez de escribir contaba la vida a través de un dibujo. Después llegó la moda y con ella trazos sobre el papel para expresar visiones creativas. Y luego, «mil cosas más hasta llevarme de vuelta a la niñez». El caso es que sus situaciones cotidianas enganchan. Son tal cual. Si bien, a veces, para desconectar, pinta escenas de películas, shows de televisión… Siempre con un toque de humor.