El ser humano, cotidianamente social por naturaleza, ha estado obligado en los últimos  meses a aletargar sus deseos de confraternizar como consecuencia de la tal Covid-19. Tenía que comenzar el relato hablando del virus porque precisamente su animosa capacidad de contagio ha transformado una buena parte de nuestra forma de ser, de nuestra forma de estar y de relacionarnos con el prójimo. Maldito bicho. Pero no todo está perdido. El afán de socializar ha sido, en ocasiones, más poderoso que el miedo, aunque, eso sí, resguardando la salud mediante medidas responsables para no caer en desgracia. Valientes sí, pero tontos, no. No queda otra y tenemos ganas de fiesta. Siempre. Y esto no es nuevo, pero seamos sensatos.

Dicho esto, nos quedamos con lo bueno de lo malo o, mejor dicho, con lo positivo que podamos sacar de la situación. Y algo grande es que el amparo y seguridad que otorga la insularidad nos ha permitido ver estos días por esta tierra a artistas que recalaron en su chica madre patria escapando unos días de labores profesionales allende los mares. Así, nos sorprendió Ana Guerra de paseo por la calle del Castillo, conocida, no sé cómo, por algunas de sus incondicionales. ¡Mira que esta chica es simpática! Detrás de su mascarilla, unos ojos bonitos vislumbraban la gran sonrisa que le dedicaba a quien le brindaba un saludo. Sigue así, chiquilla. Artista y buena gente. Y cerca, su sombra, Papá War.

Además, un grande entre los grandes, grandullón en todos los sentidos, que nos visita siempre que puede es el tenor Celso Albelo. Recorre mundo pero su tierra es su tierra, amigo, cosa que le agradecemos porque nos permite compartir con él unos buenos ratos cada vez que hay tregua en el horizonte. En un preludio de 2021 nos aprovechamos de un anfitrión de altura como es Antonio Armas, el hombre BMW, para disfrutar de nuestro querido tenor internacional. La velada acabó puntualmente con el pertinente toque de queda, que todo lo puede, tras una animada tertulia cantada. ¡Tremendo chorro de voz! Una gozada. 

También les cuento que por el sur de la Isla han recalado otras personalidades internacionales del escenario, pero de incógnito vinieron y así seguirán en estas líneas.

¡Ánimo y a seguir cuidándonos!