Parece que la tolerancia canina y felina comienza a hacer efecto tras la Ley 7/2023 de 28 de marzo, la llamada Ley de Bienestar Animal.

Transporte público. En Titsa ya se permitía acceder a los animales domésticos hasta diez kilos. A partir de ahora, dado que el legislador no señala características de animales, pueden acceder de cualquier peso. En el tranvía, Metropolitano de Tenerife, tras sus muchas negativas en estos últimos años a proyectos de acceso promovidos por el Grupo Animalia, también pueden acceder animales. Siempre gana la razón.

Transporte privado. Han de permitir el acceso de animales salvo razón justificada por escrito. Las guaguas de línea privada no pueden tampoco impedir el acceso de animales domésticos. Fred. Olsen tiene que solucionar un grave problema: el acceso de los perros a las guaguas con dirección a los ferrys.

Edificios y dependencias públicas. Juzgados, ayuntamientos, cabildos, comisarías… permitirán el acceso a los animales salvo que hayan señalado con un cartel en la entrada la negativa al acceso.

Establecimientos privados. Hoteles, restaurantes, supermercados… permitirán el acceso a los animales salvo que hayan señalado con un cartel en la entrada la negativa al acceso.

Los perros de asistencia, es decir aquellos perros oficiales de ayuda a personas con discapacidad visual, padecimientos médicos con asistencia, víctimas de violencia de género con Pepos y perros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tendrán acceso sin límite.

Las personas titulares de los animales que acceden a un establecimiento serán absolutamente responsables de ellos conforme a condiciones higiénico sanitarias optimas y respetando medidas de seguridad. Tener un animalito supone muchos derechos pero también obligaciones.