Cristina Febles, Raquel Gutiérrez, Texenery García, Ignacia Padilla y Concepción Díaz. Foto: SuAr
En tiempo de crisis es cuando más necesario es saltar al terrero y coger calzones. En tiempo de crisis la peor estrategia es arredrarse. En tiempo de crisis la Federación de Lucha Canaria de Tenerife, presidida por Jeremías Hernández, es un ejemplo de trabajo incansable. La defensa del deporte vernáculo por excelencia de las Islas, patrimonio cultural y etnográfico enormemente querido, centra los desvelos de quienes integran la Junta Directiva, caracterizada por una destacada participación de mujeres: Cristina Febles, secretaria, y las vocales Concepción Díaz, Tamara García, Texenery García, Raquel Gutiérrez e Ignacia Padilla.
Esta presencia, única en Canarias, se traduce en una especial sensibilidad para que crezca el número de niñas en las escuelas y, en consecuencia, los equipos femeninos. En la actualidad, en Tenerife, hay tres: Benchomo, Chacayca y Guamasa. Además, la exluchadora Itahisa García entrena al equipo de la Universidad de La Laguna (sénior masculino), mientras que Candelaria Aguiar es la presidenta del Club de Lucha Llano del Moro. De igual forma, la presencia de mujeres en distintas juntas directivas de clubs no es, en absoluto, testimonial.
«La práctica de nuestro deporte vernáculo está, a día de hoy, prohibida, al contrario de lo que sucede, por ejemplo, con el kárate o el judo. No se explica»
Tenerife lidera. Tenerife es ejemplo a seguir en el fomento de la igualdad sobre el terrero, arena en donde siempre prima la entrega, el pundonor, la belleza, el estilismo… «Reflejos de la elegancia de este deporte», subraya Raquel Gutiérrez, presidenta de la Comisión de Igualdad de la Federación, la cual se constituyó para, entre otras actuaciones, apunta la también directora de Comunicación, «visibilizar en esta sociedad del siglo XXI el papel protagonista de la mujer en la lucha canaria, dignificar la imagen de nuestras deportistas y fomentar competiciones femeninas con torneos de peso, individuales y por categorías, unidos a los ya existentes como la Liga, la Copa y el Triangular de Navidad».
La pandemia por la Covid-19 ha paralizado y frenado multitud de prácticas deportivas. La lucha canaria no ha sido una excepción Sin embargo, la Federación tinerfeña, que sí agradece el apoyo de la consejera de Deportes del Cabildo Insular, Concepción Rivero, se muestra especialmente crítica con la gestión que está haciendo el Gobierno canario, pues, subraya Raquel Gutiérrez, «en noviembre de 2020 se le entregó un informe que protocolizaba la desescalada y todavía no ha contestado». Sobre esta cuestión, Concepción Díaz, presidenta del Comité de Competición, afirma que «la práctica de la lucha canaria, a día de hoy, está prohibida, al contrario de lo que sucede, por ejemplo, con el kárate o el judo». Esta reprobación la extiende a la Federación Canaria de Lucha, «pues tampoco está haciendo nada. Al no haber luchadas estamos perdiendo patrocinadores. Muchos clubs pueden desaparecer. Necesitamos un plan de rescate económico».
En La Laguna hace un día espléndido. La sede de la Federación se encuentra en la falda de la Mesa Mota. Cuando la nueva Junta Directiva resultó elegida en 2017 la encontró en estado de ruina. Al año siguiente, gracias a una subvención del Cabildo, inició su rehabilitación y la primera fase está acabada. El proyecto de la Casa de la Lucha Canaria sigue en proceso y es ambicioso. Ganas y energía no faltan. Será, seguro, una realidad más pronto que tarde.
En las mejores manos
Cristina Febles es licenciada en Administración de Empresas por la Universidad Santa María de Caracas. Trabaja en el Ayuntamiento de El Rosario. Se inició en el mundo de la lucha canaria por su hijo, Aitor, uno de los luchadores con mayor proyección del Archipiélago, y su marido, Jacinto Díaz.
Raquel Gutiérrez es licenciada en Ciencias de la Educación y Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna. También es técnica superior universitaria en Protocolo y Comunicación Empresarial por el Instituto Europeo de Estudios Empresariales. Fue consejera de Igualdad del Cabildo de Tenerife. Es la gerente del Real Casino de Tenerife.
Texenery García lleva la lucha canaria en las venas. Se inició como luchadora a la edad de 14 años en El Escobonal. Su experiencia personal, junto a su enorme trabajo y compromiso con la lucha femenina, son esenciales en la Federación.
Ignacia Padilla ha vivido la lucha desde niña y ya, como adulta, junto a su marido, Nicolás Alonso, y su hijo Nico, también luchador, ha tenido una participación más activa en nuestro deporte.
Concepción Díaz ha sido directiva y presidenta de distintos clubes. Sobresale por su gran conocimiento de la lucha canaria. Es la primera mujer en 78 años de historia que preside el Comité de Competición de la Federación.
Tamara García (ausente en la fotografía por cuestiones de trabajo en África) es ingeniera civil por la Universidad de La Laguna. Posee también el título de Monitora de Lucha Canaria y está preparándose para obtener el de Árbitra.
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