Fotografía / SuAr – Estilismo / José Acosta

El Royal River Luxury Hotel despide 2022 con el título de mejor Hotel de España, galardón otorgado por la Asociación Española de Periodistas y Escritores de Turismo. Dos años después de su apertura el establecimiento tinerfeño ha asentado la clase y elegancia que ya atesoraba desde el primer día. Seduce nada más entrar. La sensación de relajación, armonía y de felicidad inundan el ambiente. Luego, el personal, atento, eficiente, educado y cordial, pone el resto.

El hotel cuenta con una espectacular colección de cincuenta villas de lujo organizadas en las Lagoon Villa, de inspiración africana; las River Villas, conectadas a través de un río entre exhuberante vegetación, y las Pool Villas, con sus piscinas privadas, un concepto único en España. En ellas, y en el resto de espacios exclusivos, el diseñador tinerfeño José Acosta exhibe una sastrería a medida de caballero especialmente destinada al novio. Cuidadas creaciones para unos trajes reversibles con forros llamativos, perfectos para mostrar el carácter de quien los luce. Fueron un éxito en la reciente Atelier Couture de Madrid y brillan ahora, de nuevo, entre los tesoros del Royal River.

Desconectar en este vergel de Costa Adeje supone, también, tomar conciencia de la protección que merece el Planeta. Por eso, el Grupo Luxury Tenerife Hotels, presidido por el empresario José Fernando Cabrera, implementa una responsabilidad sostenible. En este sentido, el Royal River consume energía verde proveniente de fuentes cien por cien renovables (solar, eólica y biomasa). Con estas acciones, el Complejo evita la emisión de 1,4 toneladas de CO2 al año.

Disfrutar la intimidad y escuchar el silencio entre vegetación, paz y silencio, solo alterado por el canto de los pájaros, es un lujo excepcional y privilegiado que sublima en el Spa entre masajes, tratamientos, rituales y servicios de belleza.

Privacidades en múltiples rincones de ensueño, en donde el esmerado interiorismo, también en sus restaurantes de alta gastronomía, marca la pauta. Pequeños detalles inigualables.