Con un cuarto de siglo dedicado a la animación turística, Johan García es un referente en el sector del ocio y entretenimiento en las Islas Canarias. Su historia comenzó cuando empezó como camarero en un hotel en Tenerife. Entonces descubrió su verdadera pasión. «Me enamoré de la animación desde el primer día que vi al equipo en acción», recuerda. A partir de ese momento, no hubo vuelta atrás.
Desde sus comienzos como ayudante, ascendió rápidamente en la jerarquía de la animación turística. Pasó por los roles de animador polivalente, segundo jefe de animación, jefe de animación y finalmente, director de una empresa de animación en Tenerife. Así nació Grupo Dolce Arte. En tan solo un año, la empresa pasó de tener dos empleados a contar con una plantilla de cincuenta personas, brindando sus servicios a diversas empresas en Canarias. El éxito fue tal que una de las empresas de animación más grandes de España decidió adquirirla.
«Mi trabajo es el más bonito y divertido del Mundo»
El tiempo con su familia fue el principal motivo por el que decidió vender la Empresa. A pesar de este cambio, su pasión por la animación nunca disminuyó. Él mismo define su trabajo como «el más bonito y divertido del Mundo».
Johan García también ha explorado otros campos, incursionando en la música y la televisión, lo que le convierte en un animador polivalente. Su especialización en la parte creativa y escénica le ha permitido destacar en su campo. Eso sí, afirma que «veinticinco años no son suficientes. Cada día aprendo algo nuevo».
En la actualidad, disfruta de su profesión como director de Animación, Ocio y Entretenimiento en la cadena hotelera GF Hoteles y director de la sala Las Olas Showroom. Además de esta responsabilidad, continúa con su calendario de producciones y brindando formación.
Su vida es un no parar, es un romance continuo con la animación turística, actividad que durante todo este tiempo, confiesa, le ha aportado «sabiduría, bienestar y cultura».
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