La psicóloga Dácil Danioko vive desde hace tres años en la ciudad holandesa de Groningen donde fue a cursar un máster. Tras el período de formación decidió quedarse a vivir allí, pero no sola, sino con dos conejitas (Margaret y Jessica) que no tienen nada de tranquilas. «¡Es cómo tener un gato y un perro a la vez!», exclama. Así, dice que muchas veces tiene que perseguirlas porque le roban una cuchara o un trozo de pizza, o le hacen un agujero en los calcetines. Apunta, también, que les enseña trucos: dar la patita, ponerse de pie o subirse a su hombro. Con ellas en casa, nunca se aburre.