Fotografía / SuAr – Maquillaje y peluquería / Capsule 86

A Elsa Acosta le apasiona lo que hace y gracias a una buena organización dirige no solo la Farmacia Santa Cruz en la Capital tinerfeña, posicionada entre las diez mejores de España en dermofarmacia, sino también un centro médico estético para potenciar resultados y servicios de óptica y ortopedia desde dos centros inaugurados este año. No se considera simplemente optimista, sino entusiasta. Cree en ella y en el resto de personas. Por eso está convencida de que puede transformar muchas realidades.

Muy dinámica y llena de energía y vitalidad, siente una profunda pasión por la vida, el conocimiento y el trabajo. Y lo hace tomando como referencia a la psicóloga estadounidense Clarissa Pinkola: «No pierdas tu tiempo odiando un fracaso. El fracaso es un maestro mayor que el éxito. Escucha. Aprende. Continúa».

Licenciada en Farmacia por la Universidad de La Laguna, cursó luego, en la Universidad de Barcelona, el Grado en Óptica y Audiología, especializándose también en este centro superior de enseñanza en Ortopedia. Ha complementado su formación con diversos cursos en el estudio de la piel, impartidos por laboratorios farmacéuticos, así como con másteres en Dirección y Administración de Empresas en el IE y en el IESE.

El 1 de noviembre de 1989 adquirió la antigua Farmacia Llabrés en la Capital tinerfeña, acompañada por dos auxiliares: Basilio Tejero y Andrés Ortega. Había finalizado la carrera en 1987 y durante esos primeros años elaboraba cremas nutritivas e hidratantes para su madre y sus amigas. Desde el primer momento, se puso en contacto con laboratorios especializados en el tratamiento de la piel.

Tenía claro que quería una farmacia especializada en dermofarmacia, por lo que estrechó lazos profesionales con los mejores laboratorios dedicados a la salud y la belleza. Además, siempre ha buscado ofrecer experiencias de compra y un servicio excelente. Hasta la fecha, ha realizado varias reformas en la Farmacia, velando por cada detalle y buscando estimular los sentidos de quienes la visitan. Hoy en día cuenta con un equipo de más de treinta personas.

Este esfuerzo y dedicación se vio recompensado al recibir en Nueva York un premio internacional al diseño de espacios comerciales en la industria del retail. Aunque Elsa Acosta recuerda emocionada aquel momento dada la calidad de los proyectos presentados, admite que nada le emociona más que el reconocimiento diario que muestra su clientela y pacientes.

La dermofarmacia se ha convertido en una de las grandes pasiones de la tinerfeña. Es referente y su criterio vale oro a la hora de saber elegir el producto cosmético adecuado: «Valoro la concentración de principios activos, los caracteres organolépticos como la textura y el aroma, y, por supuesto, la efectividad. Me fijo, igualmente, en el peso molecular de los activos para que sea el adecuado y en las sensaciones que aporta el cosmético al aplicarlo».

De la misma manera, en cuanto al maquillaje tiene las ideas claras. Así, observa que no se trata solo de iluminar y cubrir la piel, sino que «la clave está en elegir los productos adecuados para cada tipo de piel», a la vez que considera que su cuidado requiere implementar una rutina diaria. «Es el factor clave para ver resultados reales y duraderos», subraya.

La rutina diaria de Elsa Acosta pasa por utilizar fotoprotectores y complementar con nutricosméticos. Junto a esta constancia, recomienda utilizar Resveratrol y Bakuchiol como antioxidantes y los aceites de jojoba o argán por sus propiedades nutritivas y regeneradoras.

En general, su abordaje integral empieza por una buena limpieza, aplicar antioxidantes y un fotoprotector solar eficaz. La limpieza es fundamental para ella. Incluso, recurre a la doble limpieza. Después aplica las prescripciones adecuadas según su tipo piel y finaliza con un buen fotoprotector. Tampoco olvida el contorno de ojos, el cuello y el escote. Por la noche utiliza tratamientos despigmentantes específicos para las manchas. «La constancia y la combinación de productos adecuados marcan la diferencia», afirma.

Por otro lado, apunta que recibir consultas intensivas en centros médico-estéticos ayuda a mantener la piel en excelente estado, pues «son fundamentales para potenciar los resultados». En este sentido, señala que «tras un dermoanálisis de la piel, suelo recomendar higiene facial una vez al mes, peelings químicos, radiofrecuencia o Hydralift, según las necesidades de cada persona».

Respecto a las marcas de cosmética, revela que no se limita a una sola, ya que cada laboratorio destaca por algún producto concreto: «Suelo combinar diferentes marcas para obtener lo mejor de cada una». De igual forma, dice que le encanta examinar novedades y descubrir qué productos se adaptan mejor a su piel. «Probar y observar es clave», ultima.

Aparte de los cuidados cosméticos, Elsa Acosta procura hacer deporte a diario. Tres días a la semana practica pilates, dos días va al gimnasio y siempre que puede sale a caminar. Es consciente de que el movimiento es parte esencial de su bienestar y de que es una muy buena fórmula para combatir el estrés, «estado de tensión que envejece, deshidrata la piel y afecta al organismo en su conjunto». El estrés, sostiene la farmacéutica, «es uno de los grandes enemigos de la salud y la belleza».

El ejercicio físico lo combina con frecuentes viajes a Madrid, donde disfruta de exposiciones, teatro, conciertos… Valora, asimismo, el tiempo en la naturaleza compartiendo excursiones.

Atender la alimentación también es esencial. Y lo hace, confiesa, desde el equilibrio y el disfrute: «Sigo una dieta variada, nutritiva y completa todos los días y fines de semana. No me privo de nada y me gusta saborear, de vez en cuando, una buena comida o cena acompañada de una copa de vino. Comer bien es una forma de cuidarse».

Lo más efectivo para tratar el acné

Ácido salicílico. Ideal para la limpieza y para renovar la piel de forma superficial. Retinal. Actúa a nivel celular. Favorece la renovación profunda. Niacinamida. Especialmente indicada para pieles sensibles con acné. Ácido azelaico. Regula la producción de sebo. Fotoprotección no comedogénica. Imprescindible para evitar la inflamación y las marcas.

La rutina coreana

Los casos de éxito que acontecen en el mundo de la cosmética no pasan desapercibidos para Elsa Acosta. Es el caso, por ejemplo, de la rutina coreana. De un tiempo a esta parte, asienta, ha ganado mucha popularidad al abordarse desde un enfoque muy completo: «Se basa en una rutina diaria y nocturna de siete pasos, en donde destaca la doble limpieza: primero, con un producto oleoso fotoprotrector para eliminar maquillaje y luego, con uno acuoso para limpiar e hidratar».