El norte de Tenerife está plagado de charcos donde darse un baño cuando el calor aprieta sin tener que estar pendiente de la arena, de la gente en general y de los turistas en particular. No es el sitio ideal para estar tumbado 5 horas porque, es verdad que, con las rocas volcánicas, en la mayoría de las ocasiones, los charcos no te ofrecen las comodidades de los núcleos turísticos pero, lo que pierdes por un lado, lo ganas, y con creces, por otro. Ya saben que si quieren tener más detalles pueden visitar Mi Pasaporte .

Qué ver en la zona

Hoy les propongo un paseo por fincas de plátanos, de las pocas que quedan, al menos de forma abundante, en el norte de Tenerife, concretamente en la Isla Baja. El objetivo es el Charco de la Consolación. Cuando lleguen se darán cuenta que valió la pena caminar hasta allí. Parece mentira que una súper infinity pool esté en este lugar esperándonos, por arte, nunca mejor dicho, de la naturaleza.

Un rincón entre plataneras y palmerales

Para llegar hasta allí tenemos que conducir por la carretera TF 42 en dirección a Garachico. Antes de llegar, te encontrarás el barrio de El Guincho. Toma ese desvío, que es la antigua carretera y gira a la derecha por la calle La Coronela que conecta con el camino del mismo nombre.

Dónde caminar

Si te apetece empezar a caminar desde ese punto, puedes buscar un lugar donde aparcar y empezar a merodear la zona. Hasta el charco es un ratito, no más de 1 hora. Un paseo sin dificultad que transcurre por pistas de tierra y entre fincas de plataneras y al que podrás ir con niños pequeños sin problemas.

Justo cuando estás en la calle encontrarás una puerta grande de metal, siempre tiene otra pequeña abierta justo al lado. La reseña será el Hotel El Patio. La atraviesas y comienzas a descender. Ahí ya estarás en la Calle Malpaís.

Muy cerca también está la Casa Rural Malpaís Trece. Y si no me equivoco también unos apartamentos de corte rural, Las Terrazas. Desde luego quien quiera conocer el mundo de la platanera desde muy cerca tiene opciones para hacerlo en esta zona.

El paseo por la Isla Baja siempre vale la pena para oxigenar

A medida que comienzas a bajar por esa vía te encontrarás una vieja casona, la de los Ponte. Muchas de estas propiedades se han convertido en alojamiento de tipo rural ya que están enclavados en zonas de plataneras. Los Ponte fueron los personajes con más solera de Garachico, antiguos banqueros que se asentaron en la zona. Genoveses que hicieron que a todos los que después nacieran en la Villa y Puerto se les llamara “italianos”.

Otros detalles del charco La Consolación

Justo al lado de esa casa de la que hablábamos antes, te encontrarás una pequeña y recoleta plazoleta donde también se ubica una ermita, la de la Consolación y desde la cual podrás ver el elemento más representativo de Garachico: el Roque. La pequeña iglesia está cerrada al culto y al público, creo que solo la abren una vez al año, el primer domingo de septiembre (con su procesión y todo). Es de 1578 y la han convertido en un panteón privado.

Si seguimos adelante nos vamos perdiendo entre las plataneras, a través de los caminos de tierra. Muchos de ellos son privados y otros públicos pero ten en cuenta que el acceso a la costa siempre tiene que estar permitido así que ..busca camino mientras observas los detalles de un cultivo histórico en Canarias. El famoso plátano viene de lugares como este.

En fin….seguimos avanzado por estas pistas polvorientas hasta llegar a la costa y ahí encontraremos una serie de innumerables charcos donde el mar, normalmente furioso, rompe sin piedad. Uno de ellos es el de La Consolación. Tiene una profundidad considerable y te puedes dar un chapuzón interesante en los días de calor.

Dicen los expertos que las olas te pueden sacar y arrastrar. También me han dicho que lo conocen como el Petiadero y no me pregunten por qué…que para algo es un buen escondite.