Víctor Álamo publica un relato futurista sobre el amor en tiempos de individualismo

«No podemos acabar mirando al prójimo como si fuera un peligro»

El escritor Víctor Álamo de la Rosa acaba de publicar La ternura del caníbal, editada por Siete Islas. Esta novela, que estaba lista para ser presentada y distribuida durante el mes de marzo, ha sido una de tantas obras culturales afectadas por la pandemia.

La obra, ambientada en un futuro en el que el individualismo impera, recuerda que el amor es la medicina más efectiva para superar «la fragilidad del ser humano» y la necesidad de «volver a alinearnos con la naturaleza, con los temas verdaderamente importantes, el cambio climático, la superpoblación y la ignominiosa distribución de la riqueza y la sanidad, el consumismo, la falta de educación y cultura generales, entre otros temas». Es hora de «hacer examen de conciencia individual para insistir en la necesidad de mejorar el mundo que habitamos», asevera Álamo.

La ternura del caníbal cierra la trilogía iniciada cuando ganó el premio de novela Benito Pérez Armas en 2014 con Todas las personas que mueren de amor. Víctor Álamo imagina una sociedad en la que caníbales «corretean sin que esto parezca ciencia ficción, porque a veces sale uno a la calle y parece que estamos a punto de comernos los unos a los otros». Así, el escritor herreño idea una ciudad donde viven las personas, los caníbales y lo que él denomina los seres humillados.

También es una novela de amor en la que nada es lo que parece y que tiene un final que sorprende. Es, además, un alegato contra la precariedad laboral y el sistema, «mi particular denuncia de la injusticia social que padecemos y de nuestra propia inconsciencia cuando funcionamos con los individualismos extremos».

En La ternura del caníbal se dibuja una sociedad en declive, en la que ciertas situaciones ponen al límite al ser humano. Y es que, subraya Álamo, «no podemos acabar mirando al prójimo como si fuera un peligro, un extraño».

En la actualidad, el colaborador de FAMA prepara su próxima novela, ambientada en Fuerteventura, y la siguiente que, según anuncia, «está urdida jugando a los mecanismos del bestseller, una especie de ironía cervantina».