«La boda reflejó la pasión que la pareja comparte: el mundo del motociclismo»
Noelia Ramos y Michael Méndez se conocen desde la adolescencia, aunque no saltaron chispas hasta una noche de baile de magos en Santa Cruz de Tenerife. Con el tiempo, decidieron ir a más y dejar paso al «sí, quiero», a una vida entera juntos.
Con la banda Creedence de fondo ambientando el día, la boda comenzó muy temprano con los preparativos de peluquería y maquillaje de la mano de Carlos Montesdeoca. El vestido de Noelia, de Pepa Recasens (Blanca Novia), encajó a la perfección con el traje de Michael, de Arax Gazzo (Geyma), y las alianzas, de Joyerías Adeley. Todo lo demás sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
El novio entró a la catedral de La Laguna para detener el tiempo y escuchar atentamente en el silencio una esperada frase: «Entra la novia». A partir de ahí, las emociones comenzaron a brotar sin control.
La boda reflejó la pasión que la pareja comparte: el mundo del motociclismo. El rugido de motores se unió en el aire con el olor a gasolina y se tiñó de rojo Ducati. Y en la posterior celebración, que tuvo lugar en la Finca Mac-Kay, fue a más. Los ochenta invitados disfrutaron de un día lleno de sorpresas. Motos, mariachis, el grupo Quimbao La Nuit, declaraciones de amor de los novios y un detalle que Perfumerías Pracan para que los invitados recuerden siempre el enlace: miniaturas de las fragancias más reconocidas guardadas en un sobre de tela con el sello de los amantes del motor.
Con los videógrafos y fotógrafos de KingfxFilmmakers en todo el proceso, los sentimientos y detalles quedaron grabados en píxeles gracias a su implicación antes, durante y después de la boda. La luna de miel fue servida en bandeja de plata con un crucero por el Mediterráneo. ¡Felicidades!
·Fotografías: KingfxFilmmakers
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