Helena González es profesora de yoga desde 2016. Empezó con su práctica en el año 2003 y después de muchos años de estudios y un viaje revelador a la India, decidió dar el salto y cambiar de estilo de vida: abandonó su trabajo en una multinacional y abrió en el Puerto de la Cruz su propio estudio de yoga. Su compañera inseparable se llama Lila, «una perra maravillosa y muy mimosa». Es una spaniel bretón y siempre está a su lado cuando ejercita el yoga: «Sabe muy bien cuando toca la sesión. Se coloca ella sola en el sitio en el que habitualmente realizamos nuestra tabla de ejercicios».