Fotografía / SuAr
Solo el matrimonio Kiessling puede contar cómo Loro Parque empezó su andadura en el Puerto de la Cruz en 1972, hace cincuenta años, cómo trabajaba siete días a la semana para sacar adelante un pequeño hotel rural y su parque de loros hasta convertirse en lo que es hoy en día: el Grupo Loro Parque, una de las empresas más importantes del Mundo comprometida con la conservación de la naturaleza gracias a su zoológico y Fundación.
El presidente del Grupo Loro Parque, Wolfgang Kiessling, conserva la energía para continuar al frente de la Compañía, integrada, además de por el Zoológico, por el Siam Park, referente entre los parques acuáticos del Mundo como reconoce habitualmente Tripadvisor; el Hotel Botánico & The Oriental Spa Garden, historia viva de los alojamientos de gran lujo en Tenerife; el restaurante Brunelli’s, un steak house junto al rompiente de Punta Larga, y el acuario Poemas del Mar en Las Palmas de Gran Canaria.
Los 85 años del empresario obligan, eso sí, a que cada vez más delegue en su hijo Christoph y en su nieta, Cybell. «Sin su apoyo y, por supuesto, contando siempre con mi mujer y con Susanne Leitinger, la directora del Parque y asistente personal, esto sería muy difícil. Además, por supuesto, cuento con un excelente equipo de colaboradores», subraya Wolfgang Kiessling.
Pese a lo ingente del trabajo, el presidente no se resiste a olvidar el proyecto de construir un parque temático en el sur de Gran Canaria, frenado por las dificultades políticas que ha encontrado hasta la fecha. «No me explico cómo se puede parar con argumentaciones erróneas un proyecto con una inversión tan grande y que creará más de seiscientos empleos», apunta. No obstante, confía en que tanto el Cabildo de Gran Canaria como el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana den en 2023 vía libre al Parque a través del Plan de Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad del Municipio: «Queremos levantar un complejo residencial y de ocio único en Europa, pues la segunda fase contempla un hotel de gran lujo».
«Mi espíritu empresarial me empuja a continuar invirtiendo en el fortalecimiento del Grupo»
Kiessling dice que el éxito del Grupo Loro Parque se debe a que en estos cincuenta años ni él ni nadie ha metido la mano en la caja. Así, asienta que, naturalmente, reciben lo que corresponde a sus salarios, pero que huyen de yates, aviones privados… «Confieso que no me hacen falta. No obstante, mi espíritu empresarial me empuja a continuar invirtiendo en el fortalecimiento del Grupo, eso sí, sin gastar más de lo que tenemos. No endeudamos a la Compañía».
Con una memoria prodigiosa, el excónsul de Tailandia (el título, en la actualidad, está en proceso de pasar a su hijo) repasa la historia con fechas y datos. Lo bueno, lo malo (se emociona al evocar la muerte del entrenador Alexis por la orca Teko) y las tensiones que, en ocasiones, tienen con los colectivos animalistas, lo que no entiende, pues «nadie pone en duda el compromiso del Loro Parque con el medioambiente. Tanto es así que gracias a la central fotovoltaica que tenemos en Telde producimos más energía limpia que la que se consume en todo el Grupo». Al respecto, afirma que «es necesario un pacto global para reducir el consumo de energías fósiles».
En cuanto a la protección de los animales, dice que «gracias a Loro Parque Fundación hemos salvado de la desaparición a doce especies de papagayos», para añadir que «en este tiempo de cambio climático en donde, por ejemplo, el oso polar está próximo a desaparecer, los zoológicos son aliados de la naturaleza».
«Gracias a Loro Parque Fundación hemos salvado de la desaparición a doce especies de papagayos»
El empresario es consciente de los problemas que acucian a la humanidad y llama la atención sobre la escasez de agua, la superpoblación, pobreza… Estas cuestiones le afectan y, desde el Grupo, no oculta su compromiso social. Luego, en el ámbito personal («valoro mucho mi intimidad»), sus prioridades están en su mujer y en la salud de su familia y animales.
Luce una tarde espléndida en el Puerto de la Cruz y Jambo, un apacible y grandullón dogo de burdeos de pelaje pardo, dormita en el porche de la residencia de los Kiessling, ubicada en el corazón del Loro Parque. Solo el parloteo de algún loro perturba la calma. En el recuerdo del matrimonio Kiessling siempre está Ebu, el asistente gambiano que les acompañó durante más de cuarenta años. En el recuerdo del matrimonio Kiessling cientos de momentos edifican cinco décadas de lujo para Tenerife.
Comentarios recientes