La nueva Ley de Bienestar Animal que se encuentra en trámite parlamentario prohibirá la cría y venta de animales de compañía por particulares y su compra en establecimientos. La única posibilidad para tener un perro o un gato será la de la adopción en un refugio o centro de recuperación o comprarlo en criaderos oficiales que posean la licencia pertinente.
Es importantísimo que esta Ley se apruebe y entre en vigor para que se cumpla de forma inmediata a fin, entre otras cosas, de evitar el alto grado de abandono animal. Hasta ahora cualquier persona puede dejar que su perra quede preñada para, posteriormente, entregar los cachorros. Y esto es demencial por lo siguiente:


• Es probable que el cachorro tenga un origen siniestro, pues su madre puede usarse únicamente para procrear, llevando así una vida miserable, atada, sin hogar ni amor.
• Estos cachorros se venden o regalan como si de cosas se tratasen.
• Se entregan sin esterilizar.
• Se entregan sin chip identificativo obligatorio.
• Cada uno de estos cachorros tendrá a su vez nuevas camadas, sin control.
• No hay contrato ni seguimiento alguno de los animales.
• No existe control sanitario ni vacunas.


España lidera en Europa el abandono animal (más de trescientos mil al año) y tiene los refugios completamente colmatados, por lo que todos los años se sacrifican muchos perros y gatos. El gran trabajo que se está haciendo desde las asociaciones y albergues locales queda mermado por la actitud irresponsable de estas personas que compran y venden. La falta de trazabilidad aboca a abandonos y embarazos, es decir, muertes y explotación con camadas varias.
No todo puede tener un precio. Los seres vivos no deben comprarse. Con la adopción se salva la vida de un animal que se encuentra en un refugio. Por otro lado, ese dinero puede gestionarse por una asociación de bienestar animal.
Seamos responsables. Se trata de darle una maravillosa vida y hogar a un nuevo miembro de tu familia interespecie.