El miedo es una emoción inherente a la naturaleza humana y que, generalmente, genera estrés. Este estado de ansiedad es más frecuente en personas jóvenes o inmaduras, pero afecta a todas las edades. Las emociones fuertes, las tensiones, las relaciones interpersonales y laborales y las situaciones difíciles y comprometidas, como la actual pandemia generada por el coronavirus, son factores estresantes.
Nuestro organismo inicia, entonces, mecanismos de adaptación. El sistema nervioso autónomo y determinadas glándulas endocrinas producen impulsos y secreciones que nos ayudan a responder de forma adecuada, poniendo en circulación adrenalina y cortisol.
Estas hormonas tienen múltiples acciones sobre nuestro organismo, todas ellas orientadas a la supervivencia y al mantenimiento de nuestra integridad. Actúan sobre el cerebro y el sistema nervioso, favoreciendo la llegada de oxígeno y glucosa a los centros vitales y sobre el sistema cardiovascular, acelerando los latidos cardíacos y elevando la tensión arterial. El secreto para controlar el miedo y adaptarse a él es hacer ejercicios de autocontrol para dominar las reacciones orgánicas que nos produzca.
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