Sobrio, impecable y con una fuerza que trasciende tendencias, el traje y chaqueta clásico se mantiene como uno de los iconos indiscutibles del armario contemporáneo. Su magnetismo reside en la pureza de las líneas: una americana estructurada, con solapas definidas y bolsillos con solapa, y un pantalón de corte recto que estiliza la silueta con naturalidad. En definitiva, el traje clásico no es solo moda, es atemporalidad hecha prenda.