Es difícil pensar el mejor regalo para Navidad y acertar con la persona especial. La joya representa, al margen de su importe, una perdurabilidad y un simbolismo imposible de igualar. Por eso, sin duda, es la opción más idónea. Nunca te equivocas.
Este año, a pesar de la persistente pandemia, el oro sigue al alza. Son muchas las jovencitas que optan por finas cadenas con sus iniciales, gargantillas menudas y pendientes dando protagonismo a las argollas que, aunque nunca se han olvidado, hoy cobran más fuerza que nunca.
Para las más caprichosas los diamantes no tienen competencia. Si se tiene un solitario siempre es buena idea un quilataje mayor o unos chatones, placenteros y adecuados a cualquier hora o circunstancia.
En estas fechas tienen cabida tanto la joya discreta como la exagerada, pero ten en cuenta que el diamante sigue estando en la cúspide, no en vano es uno de los minerales más valiosos del Mundo. ¿Qué mejor momento que la Navidad para obsequiarlo? Luce, es elegante, extraordinario y combina con todo.
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