La joven emprendedora Lamia Mhaddan está de enhorabuena. Después de un año al frente de Amani Café, en la Capital tinerfeña, solo recibe felicitaciones. Amani significa deseos en árabe y lo que un día fue una idea hoy es una ilusionante realidad, «aunque el camino ha sido sacrificado», subraya. Suele pasar con las cosas buenas.

La oferta se centra en café de especialidad, tostado en Tenerife y de origen brasileño. Es un producto único, de primera calidad y con un fuerte compromiso local. Por eso trabaja con pan de masa madre de Panaderías Zulay y frutas y verduras de proximidad. En Amani todo está buenísimo.