En el corazón de la zona residencial El Durazno en el Puerto de la Cruz se encuentra esta vivienda con más de 790 metros cuadrados construidos con espectaculares vistas al Teide. 

En la planta baja encontramos un salón abierto con cocina integrada de 150 metros cuadrados más una habitación con baño, además de dos terrazas con acceso al jardín, que rodea la casa. El jardín, diseñado por los paisajistas Juri Michaelsen y José Noda, alberga una amplia selección de plantas mediterráneas, una zona de cactus y suculentas, y una zona tropical con bromelias, helechos y plataneras.

En la planta alta hay cuatro dormitorios con sus respectivos baños en suite más dos amplias terrazas. En la planta baja se encuentra el garaje y una sorprendente piscina interior de trece metros de largo.

La cocina, diseñada por los propietarios, tiene acabados en Dekton Laos y electrodomésticos de las marcas Bosch y Haier. El diseño de la isla está realizado para captar la atención nada más entrar. Es un gran bloque en forma de escultura. Las lámparas son de Schuller.

El dormitorio principal de cincuenta metros cuadrados tiene una espectacular vista al Teide. En él se ha integrado el baño con una bañera exenta de Laufen apoyada sobre un pavimento negro de Armani para Roca.

El diseño de la escalera da armonía al espacio. Las transparencias y versatilidad del cristal entre las plantas ilumina y realza los elementos nobles utilizados como la madera y el mármol.

La entrada tiene una altura de siete metros con una lampara en el centro de Schuller, una pieza relevante en la decoración de la casa.

La pared del hall de la segunda planta está revestida en material tridimensional de color bronce. Es una textura que da personalidad a la vivienda.