Una casa de comidas de toda la vida al cuidado de Javier Gutiérrez

«La carta, que se renueva cada mes y medio para adaptarse a los productos de temporada, concita adhesiones»

Hace tres meses que La Chachi abrió en la prolongación de la calle Ramón y Cajal de la capital tinerfeña. Al frente de la cocina se sitúa el joven Javier Gutiérrez, formado en la escuela de Luis Irízar en San Sebastián y, luego, junto al garrote de Martín Berasategui, «mi padre gastronómico», de quien se empapó de la importancia del sabor de un buen guiso. Tras su paso por distintos restaurantes, como el MB del Hotel Abama, el Nodo de Alberto Chicote, en Madrid, o el Aborigen del Iberostar Grand Mencey, el chef tinerfeño ha iniciado esta propuesta personal con la seducción de ofrecer platos con mucho cariño, mimo y técnica. Y lo anunciado en su día es ya una suculenta realidad. «Esta casa de comidas de toda la vida –subraya– está superando las expectativas previstas». Y damos fe. Nada más entrar al animado comedor distinguimos rostros conocidos a diestra y siniestra, la mejor prueba de que la carta, que se renueva cada mes y medio para adaptarse a los productos de temporada, concita adhesiones. Además, en sintonía con las necesidades del entorno urbano, también ofrece desayunos a diario y afterworks (viernes y sábados) con primorosos cócteles elaborados por Beatriz Pitti.

Abrimos con mantequilla casera de trufa y tortilla a dos cocciones que se acompaña con una sabrosa ensaladilla arreglada con ventresca de atún, huevo frito y chanquetes rebosados. Dos copas de un agradable Marba, blanco, seco, asiste el almuerzo, que continúa con croquetas de boletus y jamón ibérico de bellota (extraordinarias) y unas carrilleras de cochino negro estofadas con papas arrugadas, un gran segundo que confirma el buen arte culinario que ofrece La Chachi. Terminamos con una tarta de queso de Benijo, dulce colofón al atento trabajo desplegado.

Antes de irnos, le prometemos a Javier Gutiérrez que volveremos. Un potaje de berros pendiente invita a la visita. El chef asiente y, presto, informa de la presentación de un próximo menú degustación que se anuncia con el sugerente y provocador cartel de Chochos y Moscas. Buen humor, gustos de la tierra y el toque maestro de la innovación. Nos apuntamos.


Firma: Maribel Andión