«Los materiales y los tonos están coordinados de tal manera que los residentes pueden encontrar la energía que buscan»

Esta vivienda, enclavada en Abama Resort, pertenece a una familia belga que le encargó el interiorismo al gabinete Bieke Casteleyn Interior Architecture. El estudio desarrollado destaca por llevar el carácter relajado y veraniego que transmite el entorno al interior de la vivienda. Así, Casteleyn subraya que la arquitectura de la casa se presta a que cada estancia tenga su propia identidad a través del color: «Los materiales y los tonos están coordinados de tal manera que los residentes pueden encontrar la energía que buscan».

Los que compran este tipo de propiedades, en muchas ocasiones, segundas residencias, desean desconectar del todo. Convertir su vivienda en un refugio. Y también quieren sentir que estas villas son su hogar, por lo que las miman al máximo y demandan el cuidado de hasta el más mínimo detalle. «Todo tiene que estar perfecto», asegura la interiorista, que dice sentirse «privilegiada» por haber trabajado en este proyecto.