La frase «estoy hinchada» es frecuente en las mujeres. Esa hinchazón afecta, según los especialistas, a más del veinte por ciento de ellas. Algunas se sienten como embarazadas. Otras, como si se hubieran dado un banquete pantagruélico habiendo comido muy poco. ¿A que responde?

En primer lugar, podría ser una intolerancia al gluten o a la lactosa. Las harinas y los azucares refinados, las carnes rojas, que suelen llevar antibióticos y hormonas y los lácteos, también bastante tratados, son muy inflamatorios.

Por otro lado, si se produce siempre ciertos días del mes el origen es, con mucha probabilidad, hormonal y está relacionado con el síndrome premenstrual. Pero hay que tener claro que no es algo normal hincharse antes de la regla. En estos casos puede indicar algún problema uterino.

Cuando la hinchazón se localiza en las extremidades está vinculado a un mal funcionamiento del tiroides, por lo que es importante no permanecer muchas horas sentada con las piernas cruzadas y caminar cada cierto tiempo.

Finalmente, si la causa es el hígado se llama sobrecarga hepática y se produce debido a la existencia de demasiados tóxicos en el organismo, sobre todo metales pesados como el mercurio, presente en los pescados azules grandes, como el atún, o como disruptores, endocrinos que interfieren con las hormonas, como el Bisfenol A de los tiques de caja. Para paliarlo, un tratamiento de fitoterapia, con cardo mariano y diente de león, ayuda.