La ciudad de Pforzheim se sitúa al norte de la Selva Negra, en Alemania. No es especialmente popular, pero el sector de la joyería la tiene muy en cuenta porque es el centro de la industria alemana para esta actividad y la relojería. Fue fundada por los romanos hace dos mil años y acabó destrozada en la II Guerra Mundial. Felizmente fue reconstruida y, en la actualidad, alberga el museo de joyas más importante del Mundo con piezas originales y milenarias. Todo comenzó cuando en el siglo XVIII desde los orfanatos se ayudaban a crear joyas y relojes, hasta que la ciudad acabó convirtiéndose en el centro de producción más grande de Europa. Hoy en día sus fabricantes exportan a todo el Mundo y la escuela de orfebrería y relojería es célebre por su calidad y rigor.